Otro mes más, aquí os traemos nuestro espacio TORTUGA.
«LA ANIDACIÓN EN LAS TORTUGAS MARINAS»
Una vez finalizada la copula y ha tenido lugar la fecundación de los óvulos en la hembra, se produce la formación del huevo. Si este fenómeno tiene lugar antes de la fecundación, los huevos quedarán sin fecundar pues no es posible que el espermatozoide sobrepase las capas que forman el huevo en sí.
Las tortugas marinas producen huevos amnióticos, con varias membranas o capas embrionarias y entre estas liquido amniótico, además cuentan con un gran vitelo (materia nutritiva), para que el embrión alcance un desarrollo más completo dentro del huevo (ambiente más estable). La membrana más externa está ligeramente calcificada (depósitos de calcita y aragonito), aportándole cierta resistencia, pero sobre todo protegiendo al embrión de la deshidratación. Los huevos esféricos, al tacto se notan apergaminados, el tamaño depende de la especie (cuanto mayor sea el tamaño de la hembra, mayor es el tamaño del huevo). Por ejemplo los de mayor tamaño pesan 78 gramos y corresponden a la Tortuga Laúd (Dermochelys coriacea) y en el otro extremo, tenemos a la Tortuga Lora (Lepidochelys olivacea), con huevos de 32 gramos.
Los ciclos reproductivos dependen también de la especie, se espacian entre 2-3 años para las de mayor tamaño y entre 1-2 años para las más pequeñas.
Normalmente, la tortuga abandona el mar y se arrastra hasta tierra en la noche, para hacer su nido y depositar los huevos, aunque también hay casos en los que se han visto a las tortugas desovando a la luz del día, eso si son muy sensibles a los ruidos, la luz, etc..así que si se asustan vuelven al mar sin depositar sus huevos. La contaminación lumínica procedente de las urbes y paseos marítimos afectan mayoritariamente y negativamente a las tortugas hembras, pues son deslumbradas y se desorientan, llegando a producir el agotamiento de muchas.
La excavación del nido es un proceso largo y costoso, pues la tortuga esta extasiada, va ha depositar sus huevos y se esmera en asegurar un buen nido para sus descendientes. Se ayudan con las aletas posteriores para ir dando la forma y ahondando la arena, hasta conseguir la profundidad y forma deseada. Algunas especies se conforman con un nido tipo cama somera (poco profundo para el cuerpo y con el depósito de huevos en la parte posterior en forma de cántaro de 35 cm de altura y 22 cm. De diametro), en cambio otras prefieren una cama más profunda (mayor hueco para el cuerpo y depósito de huevos mayor (70 cm. De alto y 30 cm. De diámetro, pero siempre en la zona posterior de la cama). Las tortugas con alguna aleta accidentada o amputada (por ejemplo al quedar atrapada entre redes) necesitan duplicar el esfuerzo para la realización del nido, llegando hasta el agotamiento, pues sólo cuentan con una aleta.
El desove de los huevos nuevamente depende de la especie, la de mayor tamaño, la Tortuga Laúd, en cada desove pierde el 1.4% de su masa corporal, en cambio, la Tortuga Lora utiliza el 10% en cada desove o puesta. La cantidad de huevos depositados oscilan entre los 70 y 240, pueden ir cayendo al nido de uno en uno o varios a la vez, pero siempre impregnados con una mucosidad con capacidad bacteriostática y fungicida. Una vez finalizada la puesta. la tortuga se gira y con las aletas delanteras arrastra la arena para tapar el nido, además se arrastra alrededor con el fin de disimularlo lo máximo posible.
Una misma tortuga en el mismo ciclo reproductivo puede realizar diferentes puestas, espaciadas en el tiempo entre sí. Pero siempre sale a la misma playa, aquella donde ella nació.
¿Por qué las tortugas marinas vuelven cuando son adultas a las playas donde nacieron para realizar sus puestas?
En el momento del desove, el huevo entra en contacto con la arena, la arena tiene un determinado campo magnético (según el lugar en el que se encuentre la playa), los iones que originan este campo son percibidos a través del caparazón por el ojo del embrión, cuya señal viaja hasta el cerebro, y a nivel neuronal, es recogido gracias al campo sensorial magnético que estas poseen.
De esta manera se queda grabada la localización en su cabeza y volverá aunque pasen décadas a la playa en la que nació. Por eso si se desea establecer una población de tortugas en una playa, es necesario recoger los huevos de la hembra antes de que estos entren en contacto con la arena y rápidamente llevarlos a la playa donde se desea regresar la especie, un trabajo que requiere mucho esfuerzo, pero que permite devolver a las tortugas a antiguos lugares de los cuales han sido exterminadas o bien ha descendido mucho la población.
¿Curioso verdad? Estas viejas marinas nunca dejarán de sorprendernos.
Te esperamos el miércoles con La Föto de la Semana, no faltes!!!